lunes, 9 de junio de 2014

Resumen: “El proceso de destete”. Libro: “El proceso psicoanalítico”. D. Meltzer


«Cuando la relación alimentaria con el pecho en el nivel infantil empieza a ser reconocida en la experiencia transferencial, la terminación inmediata amenaza en el horizonte y el temor a una finalización prematura gravita desde entonces en todo el trabaja siguiente». Con este fragmento se inicia el Capítulo V del libro El Proceso Psicoanalítico de D. Meltzer. 

Desde un nivel infantil el temor a una interrupción prematura dentro del proceso psicoanalítico interactúa con la preocupación depresiva por los “bebés de la madre” y rige la lucha por la integración. En este nivel el analizado parece adherirse tenazmente a la persona del analista.

Desde un nivel más adulto surge como una estimación estética e intelectual del proceso psicoanalítico que conduce al paciente a ceder su turno al próximo analizado y ahorrar al analista trabajo innecesario.

Cuando se alcanza este nivel más adulto, el foco principal de la alianza terapéutica es la cooperación en la toma de decisiones, incluida la decisión de finalizar la terapia.  También se da un asombroso interés por el trabajo analítico, con predominante control del acting out y una continua recolección de material para análisis tanto de la vida cotidiana como de la vida onírica. Se da una apreciación de la belleza y la bondad del proceso analítico y del método para descubrir la verdad. Estos logros reflejan un establecimiento interno de la dependencia introyectiva infantil del pecho de la madre, y en segundo lugar la diferenciación de niveles por la cual el segmento más maduro de la personalidad, a través de la identificación introyectiva, comienza a desarrollar su capacidad para la introspección y el pensamiento analítico y para la responsabilidad. Estos logros preparan la escena para el trabajo de terminación por un lado y para el interminable trabajo de la búsqueda de la integración a través del análisis y el autoanálisis por el otro.

Se podría decir que la finalización del análisis o destete se presenta como una posibilidad real con el primer reconocimiento de la experiencia introyectiva del pecho en la transferencia y desde entonces pende de la cabeza del paciente y del terapeuta.  Se presenta a través de un cambio sorprendente durante las vacaciones, generalmente la interrupción más larga que es la del verano, de las cuales el paciente regresa habiendo dado un paso hacia adelante en contraste con la usual regresión. A partir de este momento las interrupciones suelen ser vividas por el paciente como una tarea a realizar que implica confianza depositada en el paciente por el analista y no abandono. En esta situación depresiva, la atención por el estado físico y mental del analista, la urgencia en diferenciar la persona del analista en el mundo externo de las figuras transferenciales proyectadas por la realidad psíquica y la sensibilidad ante intrusiones externas en el proceso analítico se intensifican o también pueden aparecer por primera vez.

Debido a la frecuencia portadora del proceso de destete los conflictos de integración más tormentosos aparecen como una modulación. En cierto sentido está relacionado con el Complejo de Edipo. A medida que se establecen con las figuras internas y externas relaciones más de objeto total, la particular preocupación por el aspecto reproductivo del coito cobra importancia. Este problema del aspecto reproductivo del coito de los padres guarda una relación de importancia con el problema de la integración por un lado y con el de la terminación por otro. Este último es bastante obvio por su referencia a la “espera del próximo bebé” que ocupará su lugar frente al lecho de la madre. Lo que resulta menos obvio es que la misma experiencia controla el movimiento hacia la integración de las partes del self escindidas. Este paso está frecuentemente reflejado en los sueños y asociaciones por el material que habla del bebé nuevo en la familia.

Al final del artículo el autor hace una diferenciación entre los tres distintos tipos de finalización del trabajo analítico: la terminación, la interrupción por razones externas y la interrupción debida a un impasse terapéutico.

La terminación

Una vez se fija la fecha de la terminación se da un proceso frenético de revisión del proceso analítico. El propósito de esto parece ser no tanto el de consolidar la experiencia en la mente del paciente como el de comprobar, usando la propia memoria, la introyección que el analista ha efectuado del paciente como persona. El proceso analítico que acompaña a la fijación de una fecha para la interrupción impuesta es muy doloroso, dado que una sistemática destrucción de todo el trabajo analítico previo comienza a ahogar los esfuerzos del analista por salvarlo.

La interrupción por razones externas

La interrupción por razones externas es el desenlace usual del análisis de niños, excepto cuando los padres se han analizado.

La interrupción debida a un impasse terapéutico

La interrupción debida a un impasse terapéutico es el desenlace más usual en el trabajo con pacientes adultos, especialmente con el grupo de pacientes borderlines.

No hay comentarios:

Publicar un comentario