Resumen del trabajo del Dr. Grinberg "Culpa depresiva y culpa persecutoria", capítulo VII, de su libro Culpa y depresión.

El artículo del  Dr.Grinberg distingue como la culpa puede ser considerada como  culpa depresiva o bien, como culpa persecutoria.  Las diferencias entre ambas las sintetizaré a modo de esquema, para seguidamente desarrollarlas:

CULPA	PERSECUTORIA	DEPRESIVA
NOCIÓN DE TIEMPO	El pasado y el presente se suelen confundir (marco de atemporalidad). Se rige por el proceso primario (inconsciente).	Existe discriminación entre pasado y presente y hay perspectiva de futuro. Se rige por el proceso secundario (consciente).
PRINCIPALES EMOCIONES QUE INTERVIENEN	Resentimiento, dolor, desesperación, temor, autoreproches,…	Preocupación por el objeto y por el Yo, la pena, la nostalgia y la responsabilidad.
CASOS EXTREMOS	Esquizofrenia y melancolía (duelo patológico).	Se manifiesta en el duelo normal con actividades sublimatorias y de reparación.
CARACTERÍSTICAS	Actuación masoquista del Yo que está bajo el predominio del instinto de muerte.	Se encuentra bajo el dominio del instinto de vida.

El Dr. Grinberg pone en evidencia la complejidad del tratamiento de la culpa dentro de la corriente psicoanalítica.  Tanto es así, que hay distintas corrientes psicoanalíticas en función de la valoración que otorgan a la intervención del sentimiento de culpa en sus técnicas.  Ciertos psicoanalistas tienden a centrar sus intervenciones en liberar a sus pacientes de la culpa, considerada ésta como un sentimiento negativo (conflicto entre el Superyó y el Yo).  De esta manera se esclarece como la culpa le conduce a una represión de su vida instintiva y a la búsqueda masoquista de autocastigos y privaciones.   Otros psicoanalistas consideran que el sentimiento de culpa puede provenir de la negación de la culpa que se ha sentido por las propias fantasías agresivas contra los objetos.  Por ello centran el objetivo terapéutico en la necesidad de que los pacientes superen dicha negación y tomen conciencia de las fantasías y del sentimiento de culpa subyacente, lo cual les permitirá elaborar la posición depresiva y lograr la curación.

Melanie Klein expuso en Envidia y Gratitud la existencia de una culpa de aparición muy temprana.  Dicha afirmación puede parecer incongruente, ya que se ha sostenido que el origen de la culpa está basado en la integración de los aspectos parciales de los objetos en un objeto total.  Estas contradicciones se explican considerando la existencia de dos tipos de culpa, la culpa depresiva (requiere un yo integrado) y la culpa paranoide (yo débil e inmaduro). Para Klein, la esencia de la culpa reside en la sensación de que el daño hecho al objeto amado tiene por causa los impulsos agresivos del sujeto.  

La culpa persecutoria coexiste con la angustia persecutoria desde los inicios de la vida y según Klein se puede definir como la percepción de la actuación del instinto de muerte en el organismo.  En la culpa persecutoria existe el sentimiento de un daño ya ocurrido (en la realidad y/o en la fantasía) al Yo o al objeto, y que produce temor al castigo, desesperación, dolor y temor.  La culpa persecutoria tiende a apaciguar a un objeto temido y perseguidor.

La culpa depresiva tiende a reparar el objeto amado.

El  Dr.Grinberg también considera oportuno tratar el concepto de dualidad instintiva (basada en el antagonismo Eros-Tánatos) por su importancia en el establecimiento de la naturaleza de los mecanismos y sentimientos de la culpa.  Freud admitió la polaridad determinada por los instintos de vida y de muerte, estableciendo que los dos instintos básicos se funden siempre el uno en el otro.    El instinto de vida (Eros) tiende a la unión y a la procreación.  Su expresión psicológica es el amor, mientras que el instinto de muerte (Tánatos) está expresado por el sentimiento de odio y por el aislamiento.  Por ello, dependiendo del predominio que resulte de dicha fusión instintiva, los mecanismos, las actitudes y la conducta en general, se orientarán hacia un objeto útil o perjudicial para el organismo

En referencia a la dualidad instintiva tanto Freud como Klein realizan diversas afirmaciones.  Freud señala que “la tercera forma de masoquismo moral, y en cierto sentido la más importante, ha sido explicada como una conciencia de culpa inconsciente en la mayoría parte de los casos.”  Al discutir el Superyó de la melancolía Freud sugiere que el Yo se entrega porque se siente odiado por el Superyó, considerado como el origen del temor de la muerte del melancólico.  Klein afirmó que la angustia primordial experimentada por el yo es la amenaza de aniquilación proveniente del instinto de muerte desde el interior del organismo, por lo que la fuente fundamental de las primeras actividades defensivas del Yo radica en la actuación del instinto de vida.  Señala, también que gracias al mecanismo de la proyección el instinto de muerte es desviado hacia fuera, atribuyendo así de  libido al primer objeto.

La evolución tanática  en ocasiones consigue adquirir fuerza y se refleja en circunstancias tales como, errores, accidentes, enfermedades físicas, conducta masoquista, automutilaciones y suicidios.  Esta evolución podría considerarse análoga a la evolución de la libido con sus diferentes niveles y puntos de fijación. Por ello el autor considera que en estos periodos más regresivos el funcionamiento del sentimiento de culpa persecutoria está más acentuado.  Considera que la enfermedad somática es expresión de un duelo patológico y que si la culpa persecutoria es suficientemente neutralizada por el instinto de vida que refuerza los componentes depresivos de la culpa, está puede repararse y llegar a la curación.

El problema de la fusión y defusión instintivas es de suma importancia para la compresión de la dinámica profunda de los síntomas neuróticos y psicóticos.  Por ejemplo, tanto P. Heiman como el Dr.Grinberg coinciden en considerar que la extrema violencia y el ensañamiento con que actúan los asesinos se producen por una ruptura de la fusión instintiva y el instinto de muerte actúa de manera aislada, respondiendo así a un estallido de culpa persecutoria.   También se considera que ciertos estados narcisistas  responden a un estancamiento de la libido que reviste al Yo debido a una intervención de Tánatos que paraliza al Eros impidiendo así que fluya corriente libidinosa e incluso descargando parte del instinto de muerte hacia fuera.

A modo de conclusión, se considera que el paso de un sentimiento de culpa más patológico a una expresión de culpa más reparatoria no se puede determinar simplemente por pertenecer cada una a la psicosis y a la neurosis respectivamente sino que la superación de la misma queda determinada por el estado de salud  física y mental, la felicidad y el equilibrio armónico a que aspiramos como objetivos en la vida.  Tanto la culpa persecutoria, que depende del instinto de muerte defusionado, como la culpa depresiva, que está en fusión con el instinto de vida, se encuentran comúnmente fusionadas al igual que las dos clases de instintos.