miércoles, 2 de marzo de 2011

Resumen del libro “Psiquiatría del niño y del adolescente”, (Vol. II, pp 243-253) de Mazet y Houzel

La adolescencia es un periodo en el cual se produce un desajuste en el equilibrio establecido anteriormente, que se manifiesta a) en la vida personal e interpersonal del adolescente (nuevas relaciones consigo mismo y con su entorno) y b) en el campo psicopatológico (dificultad para discernir la crisis adolescente evolutiva y crisis adolescente patológica).
Se ha considerado a menudo la adolescencia como una ruptura con el mundo infantil y cuyo desarrollo va a configurar el psiquismo que caracterizará al adulto.
Las transformaciones que constituyen la adolescencia se establecen desde el punto de vista de los aspectos psicodinámicos inmersos en un medio sociocultural determinado (cambiante) y con la universalidad de la cercanía de la madurez genital.

Según los autores, esas transformaciones son:

  1. Problemática del cuerpo
-        Las modificaciones fisiológicas de la libertad (genitales y generales) tienen repercusiones psicológicas a un triple nivel: real, imaginario y simbólico.
a) Transformaciones de la pubertad y acceso a la sexualidad genital
-        Según Freud anotó en su teoría de la sexualidad, es en el comienzo de la pubertad donde aparecen transformaciones que llevarán la vida sexual infantil a su forma definitiva normal. Estas transformaciones las resume en una modificación de la pulsión sexual que va ahora a descubrir el objeto sexual en otra persona.
-        Otros autores como M. Klein, A. Freud, D.W. Winnicot, ven en esas modificaciones fisiológicas la fuente de una perturbación del equilibrio psíquico del adolescente.
-        E. Jacobson, atribuye a las primeras eyaculaciones del adolescente la reactivación de la angustia de castración y la fuente de conflictos de culpabilidad intensa. Las primeras reglas en la adolescente refuerzan la creencia infantil de las niñas acerca de su castración.
b) Imagen del cuerpo
-        teniendo presente que la evolución de los caracteres puberales es desigual, el cuerpo del adolescente se modifica en su conjunto a un ritmo rápido.
-        el cuerpo como hito espacial
-        al cambiar su aspecto físico, la percepción de su propio cuerpo se ve alterada, perdiendo así su sistema de referencia hacia el ambiente y provocando cierto malestar para la movilización del cuerpo en el espacio.
-        el cuerpo como representante simbólico
-        las modificaciones somáticas despiertan angustias y sentimientos ligados a la organización fálica y al conflicto edipiano.  (Ej. Chico que quiere superar la altura de su madre o chica que disfruta sintiéndose observada por su físico como una mujer madura).  A la vez las reacciones del entorno (y en particular de los padres) pueden desempeñar un papel importante en su percepción de sí mismo.
-        el cuerpo y el narcisismo
-        Según E. Kestemberg las modificaciones corporales inducen al adolescente en una perturbación profunda de los bloqueos objetales y narcisistas. (Interés exagerado respecto al cuerpo o desinterés aparentemente total).
-        el cuerpo y el sentimiento de identidad
-        Los cambios físicos producen una inquietante impresión de que su cuerpo se le hace extraño.

  1. Modificaciones en el equilibrio pulsión-defensa
En la adolescencia la pulsión sexual está reavivada y modificada (ahora genital).  Por otra parte se superficializan las pulsiones de las fases pregenitales.  Según A. Freud es un periodo donde se emplean todos los mecanismos de defensa desde los más simples hasta los más complejos.  Considera que los mecanismos de defensa que se ponen en juego durante la adolescencia frente a las pulsiones son el ascetismo, la intelectualización y la intransigencia (que no le permite sentir el compromiso y la interferencia entre las fuerzas opuestas del yo y del ello).  Según E. Jacobson el adolescente puede recurrir a defensas de tipo más primitivo como la negación, la introyección y la proyección.

  1. La adolescencia como trabajo de duelo
Como se ha ido reflejando las modificaciones pulsionales y fisiológicas que implican una modificación de las defensas se asocian, a la vez, a otro movimiento intrapsíquico ligado a la experiencia de separación y pérdida del objeto (desprenderse de objetos anteriores influyentes).
- La pérdida real: Las ataduras de amor que unen al adolescente a sus padres van a modificarse para que él pueda elegir libremente su objeto de amor.  A. Freud comprueba respuestas similares en las reacciones de los adolescentes con otros tipos de pérdida reales (decepciones sentimentales y duelos).
- Resurgir de las experiencias de separación: Esta pérdida real reaviva experiencias anteriores de separación.  Por ello muchos psicoanalistas (Kestemberg, Klein, Meltzer, Materson) comparan la adolescencia con la primera infancia. 
- Duelos por los objetos infantiles, en particular edipianos: En esta etapa el adolescente se enfrenta a una ambivalencia entre sus deseos de tipo sexual y hostiles  (sintiendo angustia de castración) y su incremento de energía para desarrollar una autonomía personal.  Esta renuncia a sus objetos edipianos y preedipianos implica en cierto sentido una pérdida narcisística ya que toda elección implica una pérdida.  Esta renuncia implica a la vez, también una renuncia de la seguridad del medio familiar y al fantasma parental idealizado.  Según Haim “Como el enlutado, el adolescente permanece en ciertos momentos abismado en el recuerdo de sus objetos perdidos y, como él, la idea de la muerte atraviesa su espíritu”.
- Defensas contra la pérdida del objeto (A. Freud)
            - Transferencia de la libido sobre los substitutos parentales. Se da con más facilidad si los substitutos parentales son de apariencia opuesta  a la de los padres (tía/o, maestro, ídolo, grupo,…).
- Transformaciones en su contrario de los sentimientos experimentados hacia los fantasmas parentales.  Con frecuencia se da un sentimiento de libertad y reivindicación como reactivo a la dependencia.  Como consecuencia negativa puede hacer volver contra sí mismo la agresividad destinada a los objetos infantiles y generar ciertas conductas de autodestrucción (tentativas de suicidio).
- Retracción de la libido hacia el Sí mismo: Se puede manifestar bajo ideas de grandeza, desvalorización o quejas hipocondríacas.
-La regresión: Intentar evitar el revivir las primeras relaciones con el objeto materno.

En conclusión se pueden distinguir dos modalidades de defensa contra la pérdida del objeto: a) el establecimiento de relaciones substitutivas y/o b) un cierto grado de retracción narcisística.
  1. Narcisismo y adolescencia
En este capítulo se utiliza el término narcisista en el sentido del bloqueo de la personalidad o del “sí mismo” del adolescente.
-        La retracción narcisística como medio de defensa.  La ruptura de las antiguas relaciones objetales puede tener por efecto desprender la libido del mundo exterior acercándola así a uno mismo (considerándose normal según E. Jacobson que atraviese por cierto período).  La fuerte preocupación sobre su físico y su intelectualidad le hacen presentar una disposición narcisista.  Pueden iniciar nuevas relaciones de objeto pero se trata de cómo si vivieran a través de los otros su propia vida.
-        Prevalencia del bloqueo narcisista como medio de existencia.  Las modificaciones físicas y psíquicas suelen necesitar ser bloqueadas de manera narcisista para obtener una imagen satisfactoria de sí mismos y respuestas tranquilizantes sobre su identidad.
Durante este periodo se experimentan profundas remociones del Yo ideal (ideal todopoderoso infantil y narcisista).  A la vez que del ideal del Yo (modelo con el cual intenta conformarse el sujeto.)  Ambas instancias intrapsíquicas en relación con la libido narcisista considerada ésta como fuente de placer (permite sentir su existencia fuerte y potente) y de sufrimiento (confrontación con la realidad y los demás).
  1. El problema de la identidad
Se aborda desde dos concepciones diferentes: la psicosociológica y la psicoanalítica.
Desde la concepción psicosociológica, según H. Erikson  el adolescente confrontado a la crisis de identidad reacciona según la manera que en su infancia integró los diferentes elementos de identidad.  Describe los tipos diferentes de adolescentes según la prevalencia de los estados anteriores en la construcción de la personalidad.
-        El adolescente a la búsqueda del ideal
-        El adolescente voluntario
-        El adolescente que funciona en lo imaginario y la ilusión
-        El adolescente a la búsqueda de un trabajo apasionante sin otra motivación.
Para Erikson la sociedad desempeña un papel capital para permitir al adolescente la integración y el desarrollo de las diferentes etapas considerando que en esa etapa aparece en él una energía destructora.
Según A. Shonfeld varios factores permiten desarrollar la identidad del Yo del adolescente.
-        Identidad social (¿A qué categoría pertenezco?)
-        Identidad moral (¿Qué represento?)
-        Identidad projectiva (¿En qué me convertiré?)
-        Identidad del Yo sobre el plano de las relaciones interpersonales (¿Cómo me entenderé con los otros?).
-        Identidad que refuerza la capacidad de separación y autonomía (¿Seré capaz de aguantarme a mí mismo?).
-        Identidad Genérica (¿Qué tipo de persona soy yo?).

Desde la concepción psicoanalítica E. Jacobson hace una crítica expresando que éste parece suprimir las conexiones entre la identidad y las identificaciones.
E. Kestemberg considera que las dificultades de la identificación de los adolescentes se encuentra a través de todos los conflictos de la época.  Se constata en los aspectos psicodinámicos de la adolescencia como las modificaciones somáticas, la emergencia pulsional que reviva conflictos arcaicos y el deseo consciente de afirmarse.
La prevalencia de la libido narcisista en esta etapa acrecienta a la angustia transitoria concerniente a la cohesión de su persona.
Según E. Jacobson, a nivel de Supero y del ideal del yo, el adolescente es confrontado a atenuar las imágenes idealistas de sus padres, sexualmente represivos, a conciliarlos con una concepción realista de los padres sexualmente activos y cada vez más liberales.

Como conclusión en el artículo se destaca los factores psicodinámicos citados destacan la fase juvenil.
-        La ruptura con el mundo de la infancia, y en particular con el período de latencia.
-        En aspecto de disarmonía del desarrollo debido a que los procesos no son sincrónicos en los diferentes dominios (intelectual, afectivo, relacional).
-        Las contradicciones explícitas en relación a los objetos de amor infantil y las manifestaciones para destacarse, así como la elección de objeto sexual.  La mutabilidad manifestada como libertad de comunicación entre el Yo, el Super Yo y el Ello (aspecto creador vs. Bloqueos y contrabloqueos).  

Por ello se considera que en el curso de una entrevista el adolescente puede mostrar simultáneamente posiciones perversas, neuróticas y psicóticas.  A la vez que no pueda hallar, en general, un compromiso útil en una posición depresiva.

El conjunto de estos aspectos ha hecho comparar el proceso de la adolescencia, a nivel psicopatológico, con una crisis y, a nivel, genético, a un segundo proceso de individuación o a un nuevo organizador.
Tal y como afirma E. Kestemberg a partir de la posibilidad de una integración por el Yo de esta modificación corporal y a partir de las posibilidades de dominio progresivo de la angustia inherente a este proceso de integración, se define el equilibrio económico y dinámico de la personalidad adulta.

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